He descubierto todo lo que NO dije y NO recuerdo casi todo lo que dije, hasta el punto de pensar que quería repetir. Pero me queda el dulce regusto de haber saboreado ese rato a vuestro lado junto a los caballos, porque creo que el objetivo quedó más que logrado: ellos son los verdaderos protagonistas de esta historia y nosotros los actores secundarios, esos imprescindibles, de una obra titulada VIDA.
Gracias de corazón por acompañarnos en este día especial...